
A partir del próximo mes de febrero entrará en vigencia el artículo 8 del capítulo II de la Ley 1796 del 13 de julio de 2016, el cual establece los mecanismos de resarcimiento por daños estructurales en proyectos residenciales de más de 2.000 m2.
Esta normativa establece diferentes controles en temas técnicos estructurales y de seguimiento de los proyectos constructores, al tiempo que establece garantías patrimoniales, fiduciarias o pólizas de riesgo que cubren al comprador por diez años desde la entrega del proyecto.
Frente a esta medida, Sandra Forer Presidente de Camacol mencionó: “En el país hay 2.600 proyectos activos y eso implica un ejercicio de supervisión técnica relevante. Anualmente, en el país se lanzan alrededor de mil proyectos nuevos al mercado, lo que implica que debemos garantizar las condiciones de suficiencia de los profesionales para cumplir con los estándares de supervisión y revisión que establece la Ley”.
De igual forma, se espera que esta ley tengaun impacto positivo en el sesctor al brindar garantías a los compradores de vivienda nueva luego de varios incidentes como lo fue el edificio Space en Medellín y algunos otros casos, en los que los compradores quedaron a la deriva luego de las fallas estructurales en las edificaciones.
De igual forma la supervisión técnica será un proceso de vital importancia en este proceso en el que la constitución de garantías patrimoniales o la adquisición de el seguro Decenal serán obligatorios, y en el que el seguimiento se debe realizar por parte de un agente externo a la empresa constructora para garantizar transparencia en el proceso.
Por último, se espera que con esta nueva normativa, el consumidor final sea el más beneficiado, ya que las construcciones deben ser desarrolladas bajo estrictas normas de resistencia y seguridad y en caso de que se presenten algunas fallas en las estructuras, las pólizas que rigen durante los 10 años entrarán en vigencia protegiendo el patrimonio de los compradores.
De igual forma, los constructores también se verán beneficiados ya que a través del seguro y la correspondiente veeduría a los proyectos, las empresas constructoras recibirán un feedback de los diferentes procesos constructivos trayendo beneficios en la calidad del trabajo realizado.
Foto: Revista Gerente