
El progreso del país nace en el campo y mejorar las vías que lo atraviesan es un factor muy importante en la reducción de la pobreza. Sin embargo de los 142.000 km de vías terciarias con las que cuenta el país, solo 9.000 km se encuentran en buenas condiciones.
El panorama es desfavorable ya que según la Asociación Nacional de de Instituciones Financiera, menos del 1% del presupuesto en inversión destinada a infraestructura vial es destinada a la red vial terciaria.
Estas carreteras destapadas, son las vías de acceso desde las veredas hasta los municipios y la dificultad en las vías encarece la logística y afecta directamente a los campesinos.
Sin embargo, a finales del 2019, el Gobierno Nacional ha establecido un plan para incluir las vías terciarias en el Plan Nacional de Desarrollo en el cual se resaltará la interconexión vial de estas zonas apartadas.
Este plan incluye el mantenimiento constante junto construcción con la construcción de nuevos caminos ya se por medio de mauinaria pesada o de forma artesanal en la que se incluyen tambien a las comunidades incluyendolas en las obras y creando fuentes de trabao en als zonas rurales del país.
Antioquia por ejemplo, en los últimos cuatro años ha pavimentado cerca de 1.200 kilómetros de carreteras lo que ha facilitado el comercio agropecuario, creando progreso y movilidad social, enmarcado en el programa 1.000 kilómetros de red vial terciaria de la gobernación de Antioquia junto con municipios y administraciones locales.
En conclusión, estos programas además de traer progreso a las regiones, crean un sentido de pertenencia dentro de las comunidades. Así mismo estas estrategias deben girar en torno a crear un equilibrio social y consolidar el campo y los territorios como zonas de desarrollo que traen beneficios tanto locales como regionales.
Foto: El Espectador.