
Las expectativas de crecimiento del sector de la construcción al inicio del año eran esperanzadoras y hasta el mes de febrero se mantenía una visión optimista, gracias a los indicios presentados a lo largo de 2019 respecto al mercado de vivienda, especialmente de vivienda de interés social.
No obstante, con la llegada de la pandemia del Coronavirus a nuestro país, estas expectativas se han venido reduciendo de tal manera que se cree que para este 2020 el sector de la construcción cerrará con una caída aún mayor que la que tuvo en el 2019, la cual estuvo alrededor del 1,3%.
En este momento existe una gran preocupación desde los diferentes sectores de infraestructura y la construcción, ya que se estima que existen cerca de 2.000 proyectos que se encuentran suspendidos, los cuales general cerca de 3 millones de empleos directos e indirectos. De igual forma, gran parte de la mano de obra utilizada en construcción es informal, por lo que es difícil calcular el alcance de la afectación que podría tener la prolongación del cese de actividades en este sector.
De la misma manera, en este escenario no solo se ven afectadas las empresas directamente relacionadas con el proceso constructivo, sino que también se afectan todos los eslabones de la cadena productiva de la construcción, entre estos los proveedores de commodities, como es el caso del sector del acero y de las cementeras.
Por su parte, la Cámara Colombiana de la Infraestructura le ha planteado al Gobierno Nacional el otorgamiento de nuevos plazos para el pago de impuestos y obligaciones de diferentes naturalezas, así como la flexibilización en el pago de seguridad social; para de esta manera poder subsanar los problemas de falta de liquidez que se puedan presentar.
Sin embargo, por el momento, dentro de las medidas que ha presentado el Gobierno se encuentran líneas de créditos de emergencia y suspensión de facilidades financieras vigentes para empresas afectadas por la emergencia sanitaria. Empero, no se han decretado medidas específicas para este sector y que sean comprensivas de las necesidades particulares que lo aquejan, considerando que este sector representa la generación de recursos cercanos a los 11 billones de pesos al año, y es vital para la supervivencia del sector del acero.