
El 2019 fue un año de gran avance en temas de movilidad eléctrica en Colombia, si bien en años anteriores los avances en comparación con otros países se han venido dando de manera muy lenta, al fin parece que se esta impulsando de forma definitiva la entrada de esta nueva movilidad.
Existen varios factores que han llevado a esta aceleración en la intromisión de vehículos menos contaminantes y de apostarle a una movilidad más amigable con el medio ambiente.
Por una parte, la empresa privada ha sido un motor en este fenómeno, en las calles de las principales ciudades se ha visto un aumento en modelos alternativos de transporte como son las bicicletas y patineta eléctricas y las cuales han sido impulsadas por una gran oportunidad de mercado.
Otro ejemplo de esto, para el caso de Colombia específicamente, es el anuncio que dio Terpel, en Noviembre del 2019 en el cual presentó su estrategia de nueva movilidad y el cual se enfoca en brindar a los usuarios de vehículos eléctricos la posibilidad de recorrer las principales carreteras del país y encontrar puntos de carga rápida y no tener que depender de la autonomía limitada del automotor.
Estos avances se han dado dentro del marco de la ley de movilidad recientemente sancionada y la cual brinda beneficios a propietarios de vehículos eléctricos en Colombia, como la no aplicabilidad de pico y placa, una reducción en el impuesto sobre vehículos, además de garantizar la instalación de más estaciones de carga en el territorio nacional.
Otro de los avances enmarcado dentro de esta nueva ley, es la nueva flota de buses eléctricos que llega a Bogotá, y la cual se espera que beneficie principalmente a los habitantes de Bosa y Usme, las cuales son las localidades con mayor cantidad de gases contaminantes, luego de un largo proceso en el cual, en un primer momento, se había declarado una licitación desierta, se logró, a través de un proceso de selección abreviada, que 379 buses nuevos se usen para el sistema de SITP.