
Este año las constructoras del país dejaron de edificar y se dedicaron a vender proyectos terminados desde el año antepasado
En el país existen 20.335 empresas que estructuran, diseñan, construyen, promocionan y comercializan proyectos de vivienda y de edificación no residenciales. Estas compañías se encargan de comprar terrenos, hacer estudios de factibilidad, hacer el diseño, hacer las contrataciones necesarias y construir, para finalmente promocionar y vender un inmueble.
Toda la cadena de valor de este sector ha enfrentado una crisis, pues en los últimos 35 años, constructoras de todo el país se dedicaron a englobar todas las fases de la construcción en únicos proyectos inmobiliarios, incurriendo en la subcontratación.
En general, las grandes firmas atienden proyectos inmobiliarios en varias ciudades del país y en distintos segmentos como vivienda de interés social VIS y no VIS, parcelaciones y segunda vivienda. Algunos combinan construcción de vivienda con edificación no residencial.
El año pasado, las constructoras colombianas alcanzaron ingresos superiores a los 35 billones de pesos y utilidades 1,5 billones, obteniendo un margen del 4,4% de ganancia.
Por ejemplo, el grupo empresarial Marval registró ventas el año pasado por más de 1 billón de pesos, seguido del grupo Capital con 991.000 millones; el tercer lugar lo ocupó el grupo Bolívar con 517 mil millones de pesos.
Por su parte en cuanto a constructoras, Amarilo es la empresa líder en construcción y el año pasado facturó 912.171 millones de pesos, seguida por Capital Medellín con 575.000 millones y la constructora caleña Jaramillo Mora con 459.000 millones en ventas.
Para lo que resta del año, la apuesta de las constructoras está enfocada en terminar de vender el inventario que construyeron en 2017 y 2018; mientras repunta la construcción de vivienda VIS, parte del programa de gobierno es otra cosa.