
En el primer día de Alacero, Isabel Aguilera, consultora independiente en estrategia innovación y emprendimiento, discutió sobre el papel que juega el desarrollo sostenible dentro de nuestra industria.
Aguilera de igual forma, hablo la importancia de la tecnología y su papel en nuestra vida diaria, y sobre la incertidumbre que se vive en esta época y menciona que la innovación trae consigo nuevos retos y nuevas tareas.
Por otra parte, planteó la pregunta sobre el papel del hombre en un mundo automatizado y menciona que en este mundo hiper-automatizado, el hombre tiene aún mucho por hacer, ya que justamente es allí, en este planeta en el que aparentemente todo puede ser digitalizado, donde aquellos trabajos que no pueden ser digitalizados y que son justamente aquellos que requieren características inminentemente humanas como la empatía, la intuición o la experimentación, son diferenciales.
Aguilera resalta que en los trabajos no digitalizados las empresas deben alinearse para sobresalir.
En su presentación, hace referencia también al entorno ‘VUCA’, el cual es un acrónimo que describe la incertidumbre, la complejidad y la volatilidad de las situaciones y condiciones del mundo contemporáneo y lo cual se ve reflejado en aspectos tanto personales como colectivos o empresariales.
Menciona también que las compañías y los individuos deben interiorizar e implementar objetivos de desarrollo sostenible y empezar a pensarse como colectivos, pero sin dejar de lado las acciones personales que en definitiva se verán reflejados en cambios reales y tangibles.
En ese sentido, menciona la necesidad de proteger el planeta, utilizando mediciones reales del uso de la electricidad y monitorizando la efectividad de estas acciones por medio del uso de la tecnología.
También habla de la inclusividad como el siguiente paso de la diversidad, lo cual es fundamental para el desarrollo efectivo de las acciones de una compañía. Planet, People, Profit, son las tres insignias que se deben tener en cuenta para lograr un cambio real tanto en los individuos como en las compañías y como en las sociedades en general.
Aguilera sugiere que la competencia ha cambiado, menciona que ya no se compite de acuerdo a la cantidad de activos y al peso de los mismos, sino que se compite de manera más flexible y armónica en beneficio de la comunidad, en donde cada uno debe hacer lo que puede y en lo que mejor se desempeña, en una mezcla de “arte, deporte y tradición”.
“Hemos pasado de una competencia estilo sumo a una competencia estilo capoeira, en el que todos deben mostrar sus diferentes habilidades y trabajar en equipo, mostrando ventajas competitivas transitorias…”.
Finalmente concluye diciendo que gracias a los avances tecnológicos futuros, la vida podrá ser más larga, pero que hacerla más “ancha” está en manos de cada uno de nosotros, en pequeñas acciones personales que serán reflejadas en beneficios sociales colectivos y en mejoras en la vida de las personas que habitan en el planeta.
”El futuro no está escrito, no hay destino, solo el que nosotros hacemos, y ya que lo debemos hacer, hagamos uno mejor” menciona de manera conclusiva.