
La línea que promete descongestionar el tráfico de usuarios de la línea central de Londres se encuentra en construcción y es uno de los proyectos de infraestructura ferroviaria más importantes del continente europeo y del mundo.
Desde la excavación de los túneles, la construcción y renovación de las estaciones, el tendido de la vía y el funcionamiento de los trenes, el acero ha jugado un papel vital en este importante proyecto, comúnmente denominado como la Elizabeth Line. El proyecto plantea la construcción de más de 40 kilómetros de nuevos túneles, alcanzando profundidades de 40 metros y presentando un desafío complejo para los ingenieros.
La combinación del uso de secciones de acero modulares prefabricados y la fundición en sitio fue un componente clave de la exitosa estrategia de tunelización del proyecto, en el cual se han utilizado alrededor de 1,750 toneladas de concreto y 12,750 toneladas de barras de refuerzo de acero que sostienen la estructura del túnel.